La Bauhaus; base del diseño actual
Las primeras décadas del pasado siglo XX han constituido el tiempo de auténtico valor y desarrollo del diseño tanto desde el punto de vista económico, ligado a la profesionalización de la actividad del diseño, como en lo que a revolución del lenguaje gráfico se refiere.
Estamos en una época convulsa, de grandes cambios marcados por la revolución industrial y los grandes avances tecnológicos y científicos. Se convierte en el escenario perfecto para la explosión creativa de la mano del nacimiento de vanguardias en todas las disciplinas artísticas. La fotografía y el cine se han instalado en la realidad cotidiana, ya no se espera del arte que refleje esa realidad, ya lo hacen de forma directa las imágenes y las primeras secuencias de cine. Ahora el arte se libera de los corsés, como lo hace la misma sociedad a la que los grandes avances en transportes, por ejemplo, facilitan viajar, conocer más allá de las fronteras próximas de una ciudad o un país. Una sociedad cosmopolita que puede acceder a más conocimiento, que va generando un renovado espíritu crítico y que necesita el impacto de lo nuevo, lo diferente...
Este nuevo pulso se reflejará en el arte y en la cultura en general y con él se sientan las bases de lo que será el diseño y su evolución desde entonces y hasta ahora. Los ismos traen consigo el gusto por el color, por las formas abstractas, geométricas, por los fotomontajes a partir de fotografías, empastes collage con retazos de medios impresos, de películas de cine...y la letra, la tipografía adquiere un protagonismo singular que recuerda a vivido en los scriptorium amanuenses del medievo.
En este magma de tendencias destaca por la influencia que tendrá tanto en su época como posteriormente, la llamada Bauhaus, una tendencia constructiva, de arquitectura que aboga por la separación de lo emocional frente a lo puramente práctico y constructivo.
Bajo el aforismo " Lo útil es bello, la forma sigue a la función y menos es más" la Bauhaus se convierte en el origen de un estilo de diseño con unas características muy marcadas que vamos a ver reflejadas no solo en la arquitectura, sino también en el resto de disciplinas artísticas plásticas entre ellas el diseño.
De esa manera, el diseño adquiere un protagonismo como nunca antes obedeciendo a premisas de belleza pero también de información, identidad y finalmente persuasión, alcanzando así las máximas que la Bauhaus preconizaba.
A partir de ahora veremos anuncios extremadamente bellos, con un estilo fácilmente reconocible donde nada es dejado al azar. Veremos una estudiada elección de tipografía que persigue ser legible y clara además de bonita, con un elaborado tratamiento del color que busca impactar y por lo tanto sirve al objetivo de identificar, diferenciar y destacar marcas por ejemplo o de persuadir a través del código emocional para su uso. Es lo que conocemos como funcionalismo del diseño y que sigue vigente más allá de sus inicios en los años 20 del siglo XX de la mano de la idea de la Bauhaus y de su principal teórico Walter Gropius.
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